Hola a todos, os voy a hablar sobre un escritor excelente de la generación del 98, Pío Baroja.
Baroja como estudiante no destacó en especial aunque no le mancaba talento. En aquellos tiempos tenía un carácter gruñón y arisco. Baroja no sabía lo que quería hacer en un futuro, no le gustaba nada, aunque escribir no le disgustaba, así que empezó leyendo filosofía alemana de Inmanuel Kant y Arthur Schopenhauer. Aunque el pesimismo de Schopenhauer le gustaba más. Era un hombre muy crítico y no tenía demasiadas relaciones, nunca llego a casarse.
Al terminar su tesis se fue a Gupúzcoa (1894) con una plaza de médico, él se había especializado en el dolor. A Baroja no les gustaba el oficio así que lo dejo. Nunca simpatizó con la iglesia desde su misma niñez como cuenta en sus autobiografías “Juventud”.
Tras pasar un año en Gupúzcoa volvió a su tierra natal con el fin de encontrar un trabajo que no fuera de medico. Su hermano le ofreció de coger el negocio de su abuela en Madrid y aceptó. Era una panadería y él se puso al mando de todo. Sobre este hecho ha recibido muchas bromas como:
«Es un escritor de mucha miga, Baroja»
También conoció a Azorín, Maeztu, que le llevan a entregarse a la literatura, su gran vocación. Al poco tiempo empezó a colaborar con periódicos y revistas, simpatizando con las doctrinas sociales anarquistas, pero sin militar abiertamente en ninguna. Al igual que su conterráneo Miguel de Unamuno (he hablado de él en otro apartado del blog) abominó el nacionalismo vasco, contra el que escribió su sátira, “Momentum catastrophicum”
A partir de allí Baroja empezó a escribir todo serie de libros, novelas…
En el 1900 empezó a publicar una serie de libros, al mismo tiempo de sus colaboraciones con diarios y revistas, donde ya he destacado anteriormente. Sigue una etapa de intensa labor que conjuga con viajes por España y Europa.
En 1911 publico fue cuando publico “El árbol de la ciencia”
Su fama se consolida y su vida se consagra a escribir volviéndose cada vez más sedentaria. En 1935 ingresa en la Real Academia. Durante la Guerra Civil pasa a Francia, pero en 1940 se instala de nuevo en Madrid. Hasta que en el 1956 murió.
Creo que Pío Baroja fue un escritor que marco mucho en su época y que sigue marcando. Ya no tan solo por sus obras sino por su manera de ser y de ver la vida. Espero que leer el libro de “El árbol de la ciencia” será muy productivo en todos los sentidos.
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